viernes, 8 de noviembre de 2013

¿Sabes mi amor?

Estoy dormida en mi cuarto, ya es muy noche y aquí estoy pensando en ti, en nuestras ilusiones, en nuestro amor... en todas esas pláticas, esos bellos momentos, que me hace recordar, todos los sueños y proyectos que tenemos y queremos lograr como una pareja, como un solo corazón...






¡Pasan los minutos, las horas y los segundos! Recién he estado contigo y ya te extraño tanto... es este amor tan loco que llegó a nuestras vidas tan de prisa, que pienso que a lo mejor estoy soñando... pero el leer de nuevo las palabras vertidas en nuestras charlas cotidianas me hacen ver que estoy viviendo la realidad más bella de mi vida...

Si mi cielo... 

Una hermosa historia de amor, en donde somos los protagonistas del más bello sentimiento que nació de la nada y hoy es fantasía pura.

Sé que te parecerá una locura pero quisiera en este instante volar hacia ti, como lo hago
cada noche en sueños... esos sueños en donde nos damos los besos más dulces y nos entregamos al amor bañados por la nítida claridad de la luna, con el mar a nuestros pies, mientras las palmeras se agitan en ese vaivén como si danzaran al suave compás de la brisa, que adormece los sentidos... ¡Y te hago todo mío!


¡Qué bello es el sentir que me domina!


¡Y cuánta placidez se siente entre tus brazos!



Y te amo... te amo con ese sentir pleno de mujer que se entrega a la sensación más sublime y tierna... te amo porque con tu suavidad de hombre enamorado me elevas a los cielos cuando me dices "¡Te quiero!".

Sé que al despertar leerás esta misiva, sólo amor... sólo ábrela despacio, porque en ella van miles de besos y suspiros... besos que volarán hacia tus labios, tu rostro, tu piel... esos besos que nos damos aún en lejanía, besos que raudos cruzan los mares y fronteras para llegar a su destino.... dulces y suaves, nítidos y llenos del más puro sentimiento que está en mi corazón que late ilusionado... diciendo en su suave palpitar 
"¡Te amo... te adoro!" Porque ¿sabes?... 

¡Eres mi mayor tesoro!





P.D. Sal a la ventana cielo mío... que la luna está en todo su esplendor y la estoy mirando, diciéndole quedito tu nombre... como en suave suspiro... para que con su suave resplandor te diga lo que pienso...

¡QUE ERES MIO TODO MIO!



©: Autor: Edith 

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